Si hay un término que ha estado en boca de todo el mundo durante los últimos años, ése ha sido el teletrabajo. Son tantos quienes lo apoyan como aquéllos que lo critican. Pero, ¿realmente todos ellos saben qué es teletrabajar? ¿conocen cuáles son sus implicaciones?
Si has llegado a este artículo y te has tomado la molestia de empezar a leerlo, estoy seguro de que es porque quieres conocer más en detalle qué significa esta nueva, o quizá no tan nueva, modalidad de trabajo de la que tanto se está hablando.
En este caso, te animo a quedarte conmigo durante las siguientes líneas, en las que responderé a tu pregunta sobre qué se entiende por teletrabajo y cuál es su funcionamiento.
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Qué es teletrabajar
Según la RAE, teletrabajar consiste en realizar funciones laborales fuera del sitio habitual, utilizando para ello medios electrónicos. Es decir, gracias a la tecnología puedes llevar a cabo las tareas correspondientes a tu puesto de trabajo, sin estar físicamente en la oficina.
Si algo es evidente es que 2020 ha supuesto un antes y un después en la implantación de esta modalidad. Con la llegada de la pandemia, el teletrabajo ha ganado en popularidad, ya que el sector empresarial lo llegó a incorporar como medida de prevención sin tener que reducir la productividad.
Ahora bien, lo cierto es que este tipo de trabajo ya tiene años de práctica y durante mucho tiempo hemos sido bastantes quienes lo hemos reclamado, con el objetivo de poder compartir más tiempo con nuestras familias y organizar mejor nuestra rutina diaria. Y es que tener esta relación laboral dependiente online tiene muchas ventajas. Entre ellas:
- Flexibilidad en horarios.
- Aumento de la calidad de vida.
- Fortalecimiento del bienestar físico y emocional.
- A nivel empresarial, supone un ahorro en la factura de la luz y en una más que probable mejora de los resultados.
¿Qué diferencias existen entre el teletrabajo y el trabajo a distancia?
Muchas veces confundimos teletrabajo con trabajo a distancia. Utilizamos una y otra denominación como sinónimos, pero realmente no lo son. ¿Sabrías diferenciarlos?
No te preocupes, voy a intentar explicarlo para que no te quede ninguna duda.
En primer lugar, hay que indicar que la legislación española deja muy claras las implicaciones de ambos casos y argumenta que una de las principales diferencias es que el trabajo a distancia es de tiempo continuo, mientras que el teletrabajo lo califica como ocasional.
Pero más allá de la temporalidad, hay que tener presente que cuando el empleado ejerce libremente sus funciones laborales en su propio domicilio, o en otro lugar elegido por él, se le llama trabajo a distancia. Es decir, la persona que lleva a cabo un trabajo a distancia decide en todo momento dónde trabajar y es responsable de su trabajo. La empresa no establece controles, sino que le pide resultados.
Sin embargo, cuando el empleado trabaja de forma remota, pero lo hace en aquellos lugares que establece la empresa a la que pertenece, utiliza los recursos digitales e infraestructura de la compañía y está sometido en todo momento al control de dicha empresa, entonces la modalidad es identificada como teletrabajo. Suele requerir un tiempo de compromiso con horas establecidas, tal y como si se trabajase en la oficina.
En cualquier caso, sea cual sea el escenario, aquellas personas que se decidan por alguna de estas dos modalidades deben estar mentalizados acerca del tipo de trabajo que van a realizar y tener una gran capacidad de organización y concentración. Por tanto, los expertos recomiendan que estos empleados dispongan siempre de un lugar específico para trabajar, silencioso, con una buena silla de escritorio y un monitor de calidad, para evitar distraerse y garantizar en todo momento su rendimiento.
Tipos de teletrabajo
El número de organizaciones con programas de teletrabajo ha crecido de forma constante en los últimos años, a medida que las empresas se dan cuenta de las ventajas de que sus empleados trabajen a distancia.
De este modo, las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) han generado múltiples alternativas para llevar a cabo las tareas propias de muchos puestos de trabajo sin estar presentes en la propia oficina.
En consecuencia, el teletrabajo no sólo consiste en conectarse desde casa a la empresa, sino que existen varias opciones:
- Trabajo en telecentro. Consiste en realizar las funciones en oficinas habilitadas para tal fin, pero ubicadas a cierta distancia de las oficinas centrales.
- Trabajo móvil. Un acuerdo entre la empresa y el trabajador le permite a este último alternar su lugar de trabajo: unos días acudirá a una sede de la compañía y otros lo llevará a cabo desde su casa.
- Trabajo en el hogar. Se realiza exclusivamente en la residencia del empleado.
Gracias a cualquiera de estas modalidades de teletrabajo, se consigue minimizar el riesgo y el ausentismo laboral. Ahora bien, no todas las empresas están preparadas para este cambio de lo convencional a lo digital y, antes de plantearse la implantación de una solución u otra, deberán hacer un esfuerzo por actualizar la organización y los objetivos empresariales para estar al día con la tecnología.
Características de un buen teletrabajador
Son muchas las cualidades que debe tener un empleado para tener éxito en esta modalidad. Si quieres formar parte de este mundo laboral digital debes ser lo suficientemente emprendedor e independiente para realizar un excelente trabajo.
Por supuesto, lo esencial que se necesita para estos cargos es que la persona sea proactiva, tenga capacidad para resolver problemas, cuente con disciplina, capacidad de organización y compromiso.
Es fundamental la organización tanto de tiempo como de responsabilidades para así evitar que otros factores influyan en la calidad del trabajo. Hay que recordar que ciertas libertades de esta modalidad pueden ser contraproducentes cuando no se tienen claro los espacios laborales.
Por lo general, sólo los más responsables son los elegidos para este tipo de modalidad ya que las empresas necesitan primero confiar en tu trabajo, para luego darte más libertad a la hora de llevarlo a cabo. La comunicación asertiva también es otro factor muy importante en estos casos.
Estar a la vanguardia tecnológica también resulta clave para realizar este tipo de trabajo. Dicho de otra forma, de poco sirve la mayor de las aptitudes si no conoces y controlas el software con el que trabaja la empresa.
Por ello, si quieres solicitar el teletrabajo, ten en cuenta que deberás recibir la adecuada capacitación de recursos tecnológicos para ejercer todas tus funciones de forma correcta y profesional. De esta manera, tendrás las competencias necesarias a la hora de trabajar para la empresa desde cualquier lugar.
Finalmente, debes saber separar muy claramente tu vida profesional de la personal. Tan importante es que durante tu jornada laboral no pierdas el tiempo en asuntos propios, como que al terminar dicha jornada desconectes por completo.
Cuando trabajas en tu propia casa, estas dos facetas se entremezclan y es complicado mantenerlas aisladas. Si lo consigues, tienes mucho terreno andado para que el teletrabajo se convierta en una estupenda forma de vida.
Futuro del teletrabajo
¿Qué papel tendrá el teletrabajo a partir de ahora?
Muchas personas se hacen esta pregunta en una sociedad cada vez más tecnológica. En la última década, el teletrabajo se ha ido convirtiendo en un modo de trabajo popular para muchos profesionales. De hecho, según un informe de 2017 de Gallup, cerca del 43% de los empleados estadounidenses ya trabajaban entonces desde casa, al menos una parte del tiempo.
Desde 2020 estas cifras se han venido incrementando, no sólo en EEUU, sino también en el resto del mundo.
Y es una tendencia que se espera que continúe, ya que una buena parte de las empresas están siendo cada vez más abiertas sobre sus políticas de teletrabajo. Evidentemente, el coronavirus ha tenido mucho que ver en este proceso, pero también es cierto que gracias a esta implantación, muchas veces forzada, las compañías han visto los beneficios que esta modalidad les aporta.
Según un estudio de la Oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos, el teletrabajo reduce los costes de muchas empresas. Esto se debe a que muchas empresas ahorran dinero en inmuebles, suministros de oficina y mobiliario, además de disminuir la cantidad de viajes y el combustible utilizado para desplazar a los empleados.
En todo caso, más allá de este ahorro de costes, para que el teletrabajo triunfe, lo más importante es que las empresas logren garantizar que el empleado tenga bienestar emocional tanto en lo personal como en lo profesional.
Sólo si el teletrabajo es algo consensuado entre empresa y trabajador, y supone un beneficio para ambas partes, se verá como un aspecto positivo y se invertirán esfuerzos en su implantación.
En definitiva, son muchos los retos del teletrabajo. Implica un cambio de mentalidad en dueños de empresas y personal. Su desarrollo con constancia y un uso adecuado de las herramientas tecnológicas puede ser de gran provecho para revolucionar empresas y convertirlas en espacios tecnológicos productivos con mayor autodisciplina y organización.
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