Hace unos años tenía la impresión de que trabajar con dos pantallas de ordenador era un simple capricho. Sin embargo, tras investigar un poco sobre el tema, me di cuenta de que no sólo es importante, sino que es realmente necesario para el rendimiento. Hay estudios que demuestran que la productividad aumenta significativamente cuando tenemos dos monitores para ver la información en lugar de uno solo.
Por esta razón, somos muchos los que ahora preferimos utilizar dos pantallas para trabajar con eficacia: una para la tarea o proyecto principal y otra para navegar o buscar información.
Si tú también estás interesado en tener dos monitores en tu despacho, en este artículo te contaré las mejores prácticas para sacar el máximo partido a tu configuración.
Entonces, echa un vistazo a esta selección con los mejores monitores para teletrabajar.
Contenidos
Mi experiencia al trabajar en dos monitores al mismo tiempo
Como ingeniero de software, hoy en día no concibo hacer mi trabajo sin dos monitores. Esto se debe a que el diseño y la programación requieren de un espacio amplio para poder trabajar de forma eficaz. Además, utilizar dos monitores me permite realizar varias tareas a la vez.
Durante buena parte de mi carrera trabajé con un solo monitor. Era suficiente. Incluso podía utilizar un portátil en ciertas ocasiones. Sin embargo, observé que cada vez me resultaba más incómodo y que realmente empezaba a afectar a mi productividad. Emplear una sola pantalla significa que todos tus datos están condensados en un espacio bastante reducido.
Desde la perspectiva del desarrollo, un segundo monitor me permite tener un editor de código abierto, ocupando toda la pantalla principal y situado a una altura y distancia perfectas para mis ojos. Esto hace que programar sea más fácil, menos cansado y mucho más eficiente.
El monitor secundario me da la posibilidad de tener desplegadas las ventanas de otras aplicaciones menos importantes, como la cuenta de correo electrónico, el software de gestión de proyectos o el gestor de la base de datos.
Beneficios de usar dos monitores
Hay muchas razones para utilizar dos monitores. Una de las mayores ventajas es que tienes más espacio en el escritorio de tu ordenador, lo que puede ser beneficioso si estás trabajando en un proyecto creativo o en cualquier otro proyecto grande.
Tener dos monitores es como trabajar con un gran lienzo en el que puedes visualizar todo tu trabajo al mismo tiempo. Cuando usas un solo monitor, tienes que estar constantemente abriendo, cerrando y moviéndote entre ventanas para poder acceder a toda la información que necesitas.
Por eso, tu espacio de trabajo se vuelve mucho más cómodo cuando tienes dos pantallas. En lugar de arrastrar cosas de un lado a otro o tener que cambiar el tamaño de las ventanas, puedes ver todo lo que necesitas a la vez y mantener tu atención centrada en la tarea que tienes entre manos.
Por otro lado, si te gusta la multitarea o trabajar en muchos proyectos diferentes a la vez, la configuración de dos monitores te ahorrará tiempo y te proporcionará un entorno de trabajo eficiente.
Ahora bien, no todo va a ser positivo y es importante entender que trabajar con dos pantallas también tiene algún inconveniente.
Uno de los mayores peros es que ocupa mucho espacio. Tendrás que asegurarte de que tienes suficiente amplitud en tu escritorio para acomodar todos tus dispositivos.
Otra desventaja clara es el mayor coste que supone adquirir un segundo monitor. Un punto que no todo el mundo puede permitirse.
Finalmente, al utilizar dos pantallas, hay que tener mucho cuidado en no distraerse. Una de las cosas más importantes que hay que recordar cuando se utilizan dos monitores es dónde deben estar los ojos. Siempre tienes que fijar tu atención en lo que estás haciendo y no despistarte con lo que ocurra en la otra pantalla (notificaciones, animaciones, etc.).
¿Qué necesitas para trabajar con dos monitores?
Para poder conectar dos monitores a tu ordenador evidentemente tienes que tener el hardware adecuado. A continuación te cuento los principales requisitos que necesitarás para sacar el máximo partido a tu configuración de dos monitores.
Para poder utilizar dos monitores juntos, necesitas un monitor primario y un monitor secundario. El monitor principal es el que muestra el sistema operativo y es en el que trabajarás con tu PC. El monitor secundario es el que utilizarás para ampliar tu escritorio.
Un requisito fundamental es comprobar que tu tarjeta de vídeo permite el uso de dos monitores. Para ello, deberá contar con al menos dos salidas de vídeo (VGA, DVI, HDMI o DisplayPort) y ofrecer soporte para dos pantallas simultáneas.
En caso de que tu ordenador portátil o de sobremesa no tenga los puertos apropiados, puedes hacerte con un splitter o una estación de acoplamiento (docking station). La función principal de estas estaciones de acoplamiento es permitir expandir las conexiones de tu pc, por lo que presentan diferentes puertos para ello..
Por último, debes asegurarte de que los cables que utilices para conectar el monitor al ordenador no sean demasiado cortos. Es aconsejable utilizar un cable algo más largo de lo necesario para evitar cualquier tipo de interferencia o sobrecalentamiento.
Conectar dos pantallas a un portátil o PC en Windows 10
Si utilizas Windows 10, déjame decirte que configurarlo para poder utilizar dos monitores de manera simultánea es realmente sencillo.
En primer lugar, asegúrate de tener instalados los últimos drivers de tu tarjeta gráfica. Muchas veces, esto no es necesario, ya que el propio sistema operativo incorpora los controladores apropiados, que aseguran un correcto funcionamiento. En cualquier caso, no está de más comprobar en la página del fabricante si hay disponible unos drivers más recientes para la descarga.
El siguiente paso es conectar el segundo monitor a tu ordenador. Windows lo detectará de forma automática y mostrará tu escritorio en la pantalla.
Por último, sólo queda seleccionar cómo quieres utilizar este segundo monitor. Para ello, pulsa la tecla de Windows de tu teclado junto a la tecla “P” (las dos al mismo tiempo). Se te mostrará un menú donde podrás elegir entre:
- Usar sólo el monitor principal.
- Mostrar la misma imagen en los dos monitores.
- Utilizar un monitor como prolongación del otro, es decir, cada uno tendrá un contenido diferente.
- Usar sólo el monitor secundario.
Éste es el uso básico de los dos monitores en Windows. Sin embargo, puedes configurar algunas otras cosas más a través de las siguientes opciones.
Configuración de la pantalla
Desde este apartado podrás personalizar la configuración general de tus dos pantallas. Para llegar a estas opciones, tienes que seguir los siguientes pasos.
- Pulsar el botón del menú inicio y elegir el icono de Configuración.
- Seleccionar Sistema.
- Elegir la opción Pantalla en el menú lateral.
Se nos mostrará un dibujo con las dos pantallas, donde podremos seleccionar una de ellas para configurar sus características, reorganizarlas (para indicar cuál está a la izquierda o derecha según como las tengamos colocadas físicamente) o elegir el modo por defecto en el que queremos que se comporten (duplicado, ampliado, sólo una de ellas activa).
Configuración del fondo de escritorio
Por defecto, el fondo de escritorio se nos muestra duplicado en los dos monitores. Si queremos cambiar este comportamiento, debemos hacer lo siguiente:
- Ir al menú inicio y seleccionar Configuración.
- Pinchar en Personalización.
- Hacer clic en Fondo, dentro del menú lateral.
- En el desplegable “Elegir un ajuste” podremos decidir, entre otras opciones, que el fondo se muestre extendido entre los dos monitores.
Configuración de la barra de tareas
Por defecto, la barra de tareas se nos muestra duplicada en los dos monitores. Si queremos cambiar este comportamiento, debemos hacerlo en:
- Inicio > Configuración.
- Personalización.
- Barra de Tareas dentro del menú de la izquierda.
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